"El concepto de “ciudadano/ciudadana” data de los tiempos de la antigua Grecia, este término se utilizaba para distinguir a aquellos habitantes que contaban con derechos y obligaciones por ejercer un papel en el Estado, ya sea político o religioso. Ser ciudadano y ejercer su ciudadanía se acotaba a algunos cuantos, hoy en día la definición de ciudadanía cuenta con la misma base de derechos políticos y sociales, sin embargo, ésta aplica a todo habitante de un país, bajo un principio de igualdad. En México, estos derechos y obligaciones de participación en la vida política se adquieren al llegar a la mayoría de edad. En el cambio de modelo de cómo “hacer ciudad”, y bajo los términos de desarrollo urbano sostenible, el eje social es un pilar fundamental. La forma tradicional de planear ciudades en México se basaba en decisiones tomadas únicamente por “los profesionales”, conduciendo a una visión de ciudad rígida y desagregada de la realidad de sus habitantes. Esto daba como resultado instrumentos de planeación que difícilmente cubrían las necesidades de la población. La ciudad se debe entender como un ente orgánico, que se mantiene en un constante cambio, un espacio donde se genera un vínculo entre el entorno y la forma de habitar de sus habitantes. La ciudad influye en la población, tanto como la ciudadanía a ésta. Es bajo este entendimiento que surgen prácticas de desarrollo urbano como el “urbanismo ciudadano” o la “planeación participativa”, donde los habitantes pasan a ser el centro de la planeación. Esto a partir de la generación de espacios que permitan y fomenten la participación activa de la comunidad en la toma de decisiones, a lo largo del proceso de planeación urbana, así como en el desarrollo y ejecución de los distintos proyectos y políticas públicas que tienen injerencia en el espacio público. Al ser un derecho, el Marco Jurídico mexicano obliga a la autoridad a generar estos espacios participativos, sin dejar de lado también la obligación del ciudadano/ciudadana de ejercer su ciudadanía y participar en la toma de decisiones del lugar que habitan. La Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano del Estado de Coahuila (LAHOTyDU), establece en su Título Tercero, Capítulo Primero y Capítulo Segundo los derechos y obligaciones de la ciudadanía de informarse y conocer lo que los distintos instrumentos de planeación determinan, así como la responsabilidad de los estados y municipios de fomentar la participación ciudadana. La misma ley establece diferentes medios a través de los cuales fomentar la participación ciudadana, como son los observatorios ciudadanos y los consejos ciudadanos participativos. Fomentar la participación en las distintas etapas de planeación de las ciudades, permite a la ciudadanía conocer y apropiarse de los instrumentos y a través de organismos como los observatorios ciudadanos, asegurar la puesta en marcha de la planeación en el territorio. El IMPLAN Torreón, desde su Misión y Visión busca impulsar una participación activa de la sociedad, así como de los distintos sectores, como son el académico, iniciativa privada y gobierno. Esto a través de distintos medios como, su Consejo Directivo, Comisiones de proyectos prioritarios, mesas de trabajo; y espacios de difusión como foros, paneles con expertos y la divulgación de información a través de su sitio web y redes sociales. Este año el Instituto estará llevando a cabo distintos ejercicios de participación ciudadana, a lo largo de los procesos de elaboración de proyectos como el Programa Parcial de Desarrollo Urbano del Centro Histórico de Torreón.
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