El espacio público es el lugar en el que se lleva a cabo la interacción social, son espacios abiertos con distintas actividades y cuyo fin es satisfacer las necesidades urbanas colectivas, siendo un espacio común y al alcance de todos. Estos espacios caracterizan distintos factores como la identidad social, sentido de pertenencia y confianza en lo colectivo, así como también actúan como puntos que favorecen el desarrollo urbano, económico y social. De acuerdo con ONU Habitat lo espacios públicos deben cumplir con su rol cívico siendo incluyentes, conectados, seguros y accesibles, por lo que el diseño urbano incluyente juega un importante papel a la hora de crear estos espacios. El diseño urbano incluyente es una filosofía de planificación y diseño esencial que tiene como objetivo crear entornos urbanos accesibles y amigables para todos, por tanto, existen distintos aspectos que los profesionales en el tema deben tomar en cuenta. La participación ciudadana permite que desde el inicio del diseño de un espacio público se pueda involucrar a la ciudadanía para la toma de decisiones y mantener informadas a ambas partes para conocer las necesidades y la manera en la que se abordarán. El aspecto que implica un mayor reto es la accesibilidad e integración para todos en el que se deben tener soluciones que eviten segregaciones o excluyan a personas por sus capacidades, físicas, mentales, género y edad. El diseño urbano también debe ser sostenible, es decir, debe considerar que se tenga un mínimo impacto ambiental y se fomente la eficiencia energética, el uso de materiales sostenibles y la conservación de recursos naturales para conservar el bienestar de las ciudades y el medio ambiente. En el desarrollo urbano, las administraciones públicas son las responsables de regular y gestionar inicialmente el espacio público, el IMPLAN es una de las dependencias encargadas de la planeación en dónde también se toman los criterios mencionados para crear una mejor ciudad. A partir de lo anterior durante la gestión y construcción de un espacio público también se encuentran las instituciones privadas y la ciudadanía, cuya participación desde otra perspectiva y necesidades, ayudan a que el diseño de los espacios públicos sea el más óptimo. En Torreón, existen distintos espacios públicos con diferentes actividades, se tienen contabilizados 880 parques y plazas con un estimado de 293.92 Ha; lo que, de acuerdo a CONAPO con datos del 2020, el municipio cuenta con 4.01 m2 de espacio público (área verde) por habitante, pero el ideal es de 15 m2 por habitante de acuerdo a ONU Habitat. En cuanto a los espacios públicos con actividades recreativas o deportivas, la ciudad cuenta con 55 espacios con un total de 85.62 Ha, es decir 1.16 Km2 por habitante. Algunos de los espacios públicos en Torreón tienen la característica de verse privatizados o de acceso limitado debido a las características de algunos desarrollos urbanos, por lo que es imperante que en el presente y futuro, se permita creación de entornos urbanos que reflejen la diversidad y promuevan la inclusión, contando con la participación activa de todos: urbanistas y legisladores trabajando de la mano con las comunidades para lograrlo.
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