"El catastro se define como el registro público que almacena información sobre los bienes inmuebles en una jurisdicción territorial determinada, como un municipio o una entidad federativa. Esta información abarca aspectos como la ubicación, superficie, propiedad, valor y otros datos relevantes de los bienes inmuebles (Navarro Carrión y Morte, 2013, pág. 119). Por lo tanto, un catastro actualizado se convierte en una poderosa herramienta para la generación de información que puede definir las políticas de suelo como la inversión de la obra pública, el ordenamiento territorial y los diferentes mecanismos para el financiamiento urbano. Dentro del Instituto Municipal de Planeación y Competitividad (IMPLAN), se llevó a cabo una investigación centrada en el catastro de Torreón, utilizando un enfoque comparativo con municipios que cuentan con oficinas catastrales consolidadas como Querétaro, Mérida, Cuautitlán Izcalli y Saltillo. A través de este análisis comparativo, se llegó a la conclusión de que las oficinas catastrales en todo el país enfrentan retos fundamentales que requieren abordarse. Entre estos desafíos se destacan la necesidad de fortalecer su base de operaciones, desarrollar manuales de procesos sólidos y confiables, implementar programas de capacitación continua y mejorar sus plataformas digitales. Un objetivo central es simplificar los trámites y servicios que ofrecen a los ciudadanos. En este contexto, se subraya la importancia de mantener actualizados los registros de la base catastral, tanto en términos urbanos como rurales, en estricto apego a la legislación vigente y utilizando procesos institucionales eficientes que incluyan procedimientos dinámicos de valuación. Además, se sugiere la posibilidad de implementar mecanismos complementarios que mejore la calidad del servicio y la frecuencia de actualización de los datos en el registro catastral. Por ejemplo, la autodeclaración, donde los propietarios y poseedores de inmuebles “declaran” la situación física actual de sus propiedades sin imponer algún tipo de castigo como una multa. Otro aspecto a resaltar es el papel del catastro en el fortalecimiento de los ingresos municipales. Al respecto, de acuerdo a diversos especialistas (Ibarra y Lidia, 2021; Madrigal-Delgado, 2021; Unda Gutiérrez, 2018), los municipios tienen su principal fuente de ingreso en los impuestos relacionados con la propiedad inmobiliaria. Por ejemplo, Madrigal-Delgado (2021, pág. 142) explica que, de 1989 a 2018, los impuestos relacionados a la gestión catastral “conforman el 87% del total de impuestos municipales; para 2017, de cada 100 pesos recaudados por impuestos de gobiernos locales, 77 pesos provienen de impuestos al patrimonio, y en 2018 la representación de dichos impuestos se incrementó a 87 pesos por cada 100 recaudados por las haciendas locales.” En conclusión, mejora de la calidad y disponibilidad de la información catastral, junto con la simplificación de la gestión administrativa y la estandarización de los procedimientos municipales, son elementos clave para llevar a cabo con éxito un proceso de modernización catastral. Esta transformación no solo fortalece la gestión territorial, sino que también garantiza un uso eficiente del suelo, lo que, en última instancia, contribuye al desarrollo de una ciudad sostenible.
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